Disfruta de la mítica ración de bravas viajando en AVE a Madrid
Las patatas bravas son la receta madre del tapeo en muchas zonas de España, en los bares de Madrid se impone la salsa de pimentón, pero las hay muy ricas y resultonas también entre las tomateras. Ahora os vamos a recomendar cuales son las mejores patatas bravas de Madrid en nuestra humilde opinión, esperamos que las disfrutéis si viajáis en AVE a la capital española. Uno de los mejores bares para tomar unas patatas bravas en Madrid es Docamar, situado en el barrio de Quintana, en la zona más comercial de la calle de Alcalá. Y es que en este bar despachan 2.000 kilos de patatas gallegas a la semana. La salsa se riega delante del cliente, es ligera, de pimentón, clásica y con un buen punto picante que incita a beber.
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Por otro lado tenemos el bar Las Bravas que cuenta con tres locales en Madrid y su nombre ya nos indica cuál es su especialidad. El más emblemático es el bar del Callejón del Gato que se abrió en 1930 y cuentan que a partir del 1950 idearon la salsa brava para las patatas y en 1960 registraron la marca Las Bravas. Otra alternativa es La Bodega La Ardosa, una de las tabernas más castizas de la capital española donde triunfan las bravas al más puro estilo madrileño, con salsa de caldo de cocido y pimentón. La textura de la salsa está en su punto de densidad con un toque suave de picante.
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También os queremos recomendar Los Chicos, otra institución del tapeo en el barrio de Chamberí, en la calle Guzmán el Bueno, sobre todo por sus patatas bravas. Han sido un referente, tanto que otras tabernas top como Cachivache le hizo un homenaje cuando abrió y las nombró en su carta como bravas al estilo Los Chicos. Por último te recomendamos las patatas bravas de Lovnis, que son de escándalo. En este caso las patatas son crujientes por fuera y tiernas por dentro y la salsa se hace con pimentón picante y una salsa de tomate con la base de cebolla pochada. Aquí preparan las bravas con salsa tomatera pero ligera, picante, con pimentón, pimiento choricero y con una chispa que te hace volver una y otra vez a pinchar el palillo.
